Este proceso consiste en llevar cabello de la región posterior de la cabeza de la misma persona a las áreas de escasez o de ausencia. Debido a la información genética, el cuerpo
permite al "nuevo" cabello permanecer toda la vida y podrá crecer tan largo como se desee.
Para extraer los folículos, el cirujano
no utiliza bisturí sino una herramienta especial con la que remueve cada unidad folicular directamente desde la piel cabelluda.
De alguna manera, extrae "bocados" de piel cabelluda,
cada uno de ellos contiene una unidad folicular, la ventaja es que no quedan cicatrices de ningún tipo, incluso en pacientes que deciden rasurar su cabeza. No hay tiras ni cortes, solamente pequeños bocados que luego de la cicatrización, desaparecen.
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